¿Es bueno esperar algo de alguien? A primera vista, la respuesta rápida es que no porque lo asociamos directamente con pedir algo a cambio por lo que damos de nosotros mismos, como si siempre estuviesemos esperando algo de otra persona por lo que hemos hecho y quisiésemos recibir lo mismo.
Sin embargo, esperar algo no debe ser ni la esperanza de una recompensa, ni una justificación cuando alguien nos recrimina algo. También puede significar valorar lo que alguien ha dado o hecho por nosotr@s, y saber responder a ese estímulo, evitando al menos herir. Porque no hay nada que duela más ni algo más egoísta que decir: “¿Qué esperabas?”, cuando una respuesta razonable, o ser honest@, es más que suficiente. Porque dar esa pregunta como respuesta es como demostrar lo poco que te importa esa persona.
Y es que a veces es necesario esperar, ya que la esperanza en sí misma puede ser menos horrible que su propia extinción. Por muy frecuentes que sean los fracasos. Por ejemplo, puedo vivir pensando que el objetivo de todo el mundo es dañar al prójimo, así que lo que puedo esperar es que un día me encuentre a alguien que me demuestre lo contrario. Es decir, no espero que me demuestre que no hace daño, sino que exista y un dia aparezca alguien así, manteniendo la esperanza de su existencia y no de que se comporte así porque nosotros lo queramos. O al menos, que cuando al resto le pregunte el por qué de su comportamiento, me digan que es porque les pinché las ruedas del coche, o hice algo que no les gustó. Si hacemos algo bueno, ¿por qué hemos de recibir lo malo? Yo prefiero entonces esperar… Y si me preguntan que qué esperaba, responder todo orgullosa, que lo que esperaba era que ”…” (piiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii) jajajaja.