jueves, 1 de septiembre de 2011

It's my party

Es mi fiesta, y lloro si quiero. Lloro porque no quiero seguir cumpliendo años. Qué más da si son 25, 30 o 65.

Quiero cerrar los ojos, y cuando los vuelva a abrir, ser otra vez la niña que corría a casa después del colegio en busca del bocadillo de chocolate (blanco por supuesto) que había sobre el microondas, pasar la tarde en la vieja vía de tren, meterme entre las zarzas a coger moras y volver a cenar llena de magulladuras. Jugar con el barco pirata y el poblado indio de los Playmobil, y si había suerte, con alguna muñeca que hubiese sobrevivido a las garras de mi hermano.

Quiero que mi cumpleaños vuelva a ser una merienda en el patio con una mesa llena de niñ@s mirando embelesados sandwichs de nocilla, dulces y chucherías. Salir a la calle a saltar la cuerda o bailar el aro. Y que mama me ponga un vestido nuevo con un kiki enorme en el pelo.

Esos son los cumpleaños que hacen ilusión. De repente te paras a pensar en qué momento acabó todo aquello, y te das cuenta que fue la estúpida adolescencia que te hizo decir que ya eras mayor para esas cosas. Y así, poco a poco, desapareció de un plumazo. Desapareció la ingenuidad de la edad en que no importaba cuántos años cumplieses, solo que ese día podías hacer lo que quisieras porque era tu día, y lo unico que querías era trastear y reír porque eras feliz con tu nueva bici BH.

Se apagaba la luz y veías venir una tarta llena de velas mientras todos te cantaban. Me daba tanta vergüenza sentir todas esas miradas, que soplaba corriendo sin pedir ningún deseo. Solo quería correr y salir a la calle a jugar otra vez.

Así que, como todavía no he podido comprobar si los deseos en día de cumpleaños se hacen realidad, voy a hacer la prueba. Compraré un muffin de chocolate y velas a la vuelta del trabajo, y en mi habitación, envuelta en mis recuerdos pegados a la pared, cerraré los ojos y apretaré los dientes todo lo que pueda pensando en mi deseo.

Siento que es la primera vez que voy a tener todo el tiempo del mundo para pensarlo,  sin miradas ni cánticos, así que cuando lo tenga, abriré los ojos y soplaré mis velas. Quizá no haga falta romper con las leyes de la física y retroceder en el tiempo.

4 comentarios:

  1. Yo te recomiendo elegir la comida...es más sano que mojar panchitos en la cocacola (sin cafeína). Eso es lo que queda del día de uno...:P

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  2. cocacola sin cafeina??? eso es de viejos jajaja x comida será, q me zampé durante 3 dias la tarta q yo misma me cociné...

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  3. Más que para viejos...para críos :P
    Por eso te recomendaba elegir la comida, que no tiene que ser, necesariamente, 3 platos de tarta. Y de beber?? Albóndigas??

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  4. eso ni se pregunta..... CERVEZAAAAAA q para algo me lleve "prestadas" las jarras de la oktoberfest jajaja
    (si solo hubieran sido tres platos....)

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